1886, un año con historia

Corría el año 1886, un coloso era erguido sobre el horizonte de Manhattan, portando la simbólica llama de la Libertad. A 12 horas de ahí, en Chicago se producía la revuelta de Haymarket, gracias a la cual se establecieron las 8 horas laborales que hoy gozamos. A unos cuantos kilómetros más, en un rincón de Georgia en la farmacia Jacobs, un hombre llamado John Pemberton creaba accidentalmente la Coca-Cola como un jarabe para el dolor de cabeza.

En Europa, el Benz Motorwagen, primer vehículo a motor, comenzaba a funcionar en las calles de Mannheim, Alemania, asombrando a todos los testigos con aquella proeza de ingeniería. No muy lejos, en el sudeste de Londres, Woolwich, un grupo de jóvenes apasionados por el football fundaban el Arsenal F. C. con ansias de un futuro dorado en el deporte.

La melodía de la Rapsodia Húngara interpretada por su propio autor Franz Liszt, resonaba imponente por última vez en los anfiteatros europeos. Mientras que volviendo a América, en Paraguay, el niño Mangoré con un año de edad correteaba en los inspiradores y ricos pasajes de Misiones. A unos días de viaje a caballo, en Asunción, en este mismo lugar donde usted está sentado nacía el “Recreo San Miguel”, sueño gastronómico de la familia Torreani Viera.

La referencia más antigua de nuestra existencia data de julio de 1886, en el periódico “La Colonia Italiana”, que obra en la Biblioteca Nacional. Desde ese entonces San Miguel comenzó a ser conocido como la meca gourmet de la ciudad, en donde las familias venían a pasar un momento de ocio, probaban conservas, licores, cigarros, leche fresca, jamones, quesos y la encantadora comida genovesa.

Llegada la década del 40, Walter y Elena Mandelik, una pareja de la antigua Checoslovaquia, decide tomar la posta de este sueño y enriquecen en sabor y color a los platos, complementando perfectamente la mediterraneidad italiana con la rusticidad checoslovaca.

Llegan nuevos dueños en el año 1971, se trata de la abuela Elvira Rojas, de ascendencia alemana, y el abuelo Ramón Maciel Mendoza, que suman a la amalgama de sabores de San Miguel características de la cultura gastronómica nacional y la alemana. Toda esta interacción de culturas podrás notarlo en nuestros sabores.

A los más de 128 años de historia, por San Miguel han pasado centenas de personalidades artísticas, culturales, religiosas, profesionales, empresariales y políticas, así como la camada de jóvenes de las décadas de los 80 y 90 quienes cariñosamente nos llamaban “St. Michael”, provenientes de los colegios San José, Goethe, Internacional y otros, también estudiantes universitarios de arquitectura e ingeniería. Estas paredes son testigos de muchos encuentros, tertulias y momentos de alegría entre miles de personas, colegas, amigos y enamorados.

En las sobremesas se han trazado además miles de conjuras, planes y proyectos políticos y deportivos. San Miguel es orgullosamente parte de la historia gastronómica, social y cultural de Asunción.

Más de 136 años después de nuestro nacimiento, la antorcha de nuestro deber sigue alta y fulgurante, guiándonos en la misión de ser el mejor Restaurante familiar de Asunción; porque sin importar nuestro pasar de recreo a comedor, de bar a restaurante y la colisión de ambos, en San Miguel nos enorgullece verlo levantarse de la mesa y que ante la pregunta de nuestros ministros de bandejas de “¿Cómo estuvo todo?”, la respuesta siga siendo “¡Me voy bien servido! ¡Nos vemos en la semana!”.

Bar San Miguel

Bien Servido.